"¿Por qué es importante la puntuación? Porque resulta clave para la comunicación por escrito: mover una sola coma puede cambiar por completo el sentido".
Lo dicho en la contratapa se encuentra ilustrado en el Prólogo con la siguiente historia:
"De mis años escolares recuerdo una anécdota atribuida a Carlos V (luego la he encontrado referida a otros reyes, pero nos dará lo mismo...). Al emperador se le pasó a la firma una sentencia que decía así:
Perdón imposible, que cumpla su condena.
Al monarca le ganó su magnanimidad y antes de firmarla movió la coma de sitio:
Perdón, imposible que cumpla su condena.
Y de ese modo, una coma cambió la suerte de algún desgraciado..."